SÍ, QUEREMOS

(img: Alberto Ginel)

¿Habrá llegado por fin el momento del socialismo madrileño? ¿De verdad el PSM va a ser como los madrileños quieren que sea? ¿Queremos defender las trincheras que nuestros valores socialistas nos han asignado? ¿Las defenderemos en la calle, junto a los profesionales de una sanidad pública vejada, junto a quienes reivindican más y mejores servicios públicos, más educación, más recursos para mejorar sus vidas? ¿Confiamos en nuestras ideas y estamos orgullosos de ellas? ¿Nos desprenderemos por fin, y por el bien de los madrileños, del hastío, del desencanto y de la legaña que nos deja cada nueva mayoría absoluta del PP? ¿Queremos revivir? ¿Queremos ser útiles? ¿Queremos hacer política? ¿Queremos gobernar esta comunidad autónoma?

Cualquier militante de base, de cualquier edad, sexo y condición, desde cualquier agrupación local o de distrito respondería a todas estas preguntas con un rotundo e ilusionado SÍ.

La militancia, quienes de verdad damos el callo en los barrios y ciudades, quienes somos la cara, la espina dorsal y el corazón de este proyecto, quienes dedicamos nuestro tiempo, nuestros esfuerzos y muchos años de nuestra vida a algo que creemos merece la pena… responderíamos SÍ.

Sí queremos cambiar las cosas. También queremos cambiar nuestro partido para que sea un instrumento útil al servicio de los madrileños.

No una empresa de colocación laboral, ni un escaño dócil, ni una oposición agradable, ni una organización que contorsione y retuerza sus valores para agradar a los extraños en detrimento de los propios.

No un partido complacientemente acomodado en una oposición sine die.

Quienes no tragamos con mensajes autocomplacientes atendemos a la cruda realidad: en la Asamblea de Madrid nos separan 25 escaños de la derecha. Digámoslo sin ambages: tienen una mayoría parlamentaria aplastante y la están aprovechando para hacer todo cuanto quieren: para desprestigiar lo público en beneficio de lo privado, para convertir nuestro territorio en un coto privado de la especulación, para secuestrar la televisión pública, para hacer de nuestra comunidad el santuario de la derecha más radical… etc etc

Lo tenemos crudo, la situación de partida de cara al 2011 no es buena y esto es evidente. Pero… ¿hace algo la actual dirección del PSM para tratar de invertirla? ¿Se está trabajando el triple, el quíntuple, para intentar abrirnos camino en esta jungla a priori tan hostil? ¿Estamos presentando nuestras ideas a la gente, estamos haciendo pedagogía en la calle, explicando la que sin duda es la mejor alternativa para el futuro de esta región?

No, continúa la huelga de brazos caídos entre los dirigentes del partido, los que nos llaman impacientes y los que dirán “el momento aún no ha llegado”. Ellos son los fundadores del mensaje autocomplaciente, quienes piensan que el sillón de la oposición también es cómodo.

Continúa escondido nuestro secretario general (un perfecto desconocido para el ciudadano medio), convencido de que ganaremos las elecciones con guiños al centro, con coqueteos extraños, aún cuando la experiencia demuestra lo contrario.

Cuando la izquierda, el socialismo democrático se presenta tal cual, sin fingir, sin maquillar, sin ocultar que pretende la radical igualdad entre los Hombres, que busca redistribuir la riqueza, que quiere reformas sociales en pos de los más débiles, que defiende a quienes no tienen de todo… cuando se es socialista y se es obrero… se ganan las elecciones. Pero no cuando o bien se defienden estos valores con la boca pequeña o bien se buscan otros a priori más “vendibles”.

Nuestros votos están en la izquierda, en quienes defienden los servicios públicos, en quienes los necesitan cotidianamente, en quienes precisan de un gobierno con conciencia social que les apoye y les respalde en su vida, en los jóvenes que buscan vivienda y empleo, en los asalariados y las familias medias que quieren becas y educación de calidad para sus hijos.

Hay gente así en Madrid. Gente que está buscando un partido que sea hogar de todos estos valores y de todas estas luchas. Ciudadanos que quieren un PSM así, un Partido Socialista y madrileño que se parezca a ellos.

Salgamos a buscar estos ciudadanos. Estemos con ellos, respiremos su realidad, despertemos hoy mismo de este estúpido letargo de las falsas palmaditas en la espalda. No esperemos al 2011 para luchar por el futuro de esta comunidad. Cambiémosla desde hoy, antes de que sea demasiado tarde. Cambiemos, para ello, nuestro partido.

Ni siquiera hace falta cambiar nombres. Nos basta con que cambie la actitud de nuestros líderes, con que escuchen a la militancia, esa militancia que dice ¡SÍ,.este es el momento! Es el momento para un Madrid socialista, porque hoy más que nunca… somos necesarios.

Saludos Socialistas, Alberto Ginel Saúl

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