Lo cuenta El País... pero se podía preveer.
Al final al PSM le van a poner una multa por haber iniciado sin licencia las obras de la nueva sede de Callao a la que ha decidido trasladar el partido la CER comandada por Tomás Gómez.
Desde luego, SxM espera que finalmente prosperen los recursos y que no haya penalización económica para el PSM. Pero en caso de haberla... ¡Esperamos que no recaiga sobre nuestras cuotas!
Un comentario en el blog de elsocialistademadrid se pregunta que pasaría si esto le ocurre a una agrupación local...
Tratamiento para el cáncer con Lorelin
Hace 4 semanas
2 comentarios:
Lo tenía preparado para un comentario en mi blog, pero dados los aires que corren, cualquiera se atreve (http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=20736) Lo que pongo da para un artículo, si queréis, lo publicáis como tal, por su extensión. Si queréis, vuestro es:
A VER SI MARU-DAMOS
Las rabietas y las discusiones tontas son lo que caracteriza, como principal, a los niños inmaduros. Algunas reacciones que se han producido muy recientemente y demasiado seguidas en el Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea de Madrid nos llevan a pensar que no se está a lo que se tiene que estar. O, al menos, es lo que, por torpeza o por inmadurez, se traslada a los ciudadanos.
1. Pataleta cuando, hablando sobre el caso Gürtell, se dice durante el debate que en nuestros escaños había imputados. Pataleta que al final lo que consigue es desviar la atención y hablar de la bronca, en lugar de la acusación que pesa sobre algunos diputados del PP en Madrid. Justo lo que pretendía Esperanza Aguirre cuando lo hizo. Para colmo, el hecho da lugar a una discusión interna en la reunión del Grupo Parlamentario, que también se filtra a los medios y que vuelve a poner en el candelero la discusión, desviando el foco de atención ¡Bien!.
2. Ante la decisión por parte del grupo del PP de cortar por lo sano y acabar con la Comisión de Investigación de lo de los espías, no se ocurre otra genial idea, de nuevo rabieta de niño pequeño, que no asistir a los actos institucionales a los que acuda Esperanza Aguirre. Y se comienza por los homenajes a las víctimas del atentado del 11 de marzo en Madrid. Una vez más, se consigue que se hable del hecho de que nuestros representantes no estaban en apoyo de las víctimas, en lugar de hablar del descaro con que se había impedido continuar con la Comisión. Por cierto ¿Alguien sabe algo más de ese boicot? ¿Cómo está ahora?
3. Para terminar, el día 16 de abril, nuestros diputados y Maru Menéndez, la portavoz, entran a saco en la bronca sobre si los diputados tienen o no derecho a tener botellitas de agua en sus escaños para poder beber durante el Pleno. Tema interesante donde los haya, que afecta a la calidad de vida de los madrileños y que parece propio de una película de ciencia-ficción (o de humor negro). Entiendo que es una anécdota dentro de un Pleno de la Asamblea, y que se trataron otros muchos temas de calado, y que nuestros diputados estuvieron sin duda magníficos. Pero creo que deberíamos conocer todos la tendencia de los medios de comunicación a subrayar la anécdota, que además es recibida con mayor atención por la ciudadanía. Lo lógico es dejar estas cositas para la Junta de Portavoces, que se debería encargar junto a la Mesa de la Asamblea de los detalles de este tipo, y que además se había pronunciado favorable a la prohibición, luego no entiendo el desaguisado. Seguramente, una vez más, cuestión de Maru-dar (¿o se dice Madurar?)
4. Ahora, desde la Ejecutiva, se riza el rizo y, cuando nos pillan con las manos en la masa (o en el tabique), haciendo unas obras ilegales en la nueva y flamante sede (de la que llevamos, por cierto, cinco meses pagando un alquiler que no usamos y lo que nos queda), recurrimos a aquello que todos hemos usado de niños: "creí que...", "pense que...", los amigos de don tonteque, como decía mi profe de matemáticas.
Y a todo, como decían en un viejo anuncio de televisión: "Y Franco ¿qué opina de ésto?" (le podemos llamar por su nombre, Tomás, o por su primer apellido, Gómez)
A Franco como tu dices le da igual. Le importa nada las victimas del terrorismo (no tenía ningún familiar entre ellas), le importa menos la multa por las obras ilegales (no lo va a pagar el de su bolsillo) y sobre todo le importan mucho menos los madrileños, total, nunca los va a gobernar...
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